Por: bsn

Fue un dominio distinto, pero Manatí encontró la forma de barrer a Carolina para pasar a la primera final en la historia de su franquicia.

Kevin Reyes | jueves, 8 de agosto de 2024

El talento siempre estuvo ahí desde el primer día para los Osos de Manatí, pero nunca pudieron juntar todas las piezas a lo largo de una temporada regular donde tuvieron que ganar sus últimos cinco juegos para clasificar con el último puesto de la Sección B. Pero, cuando las millas cuentan, lograron tener a todos sus nativos estelares jugando al mismo tiempo con dos de los mejores refuerzos en toda la liga, y la cosecha rindió frutos tempranos.

Liderados por el veterano campeón de NBA y Europa, Norris Cole (20 puntos, 8-14 en tiros de dos, seis rebotes, cinco asistencias), Manatí venció a los Gigantes de Carolina 88-83 en el cuarto juego de su serie semifinal, acabando la temporada de los campeones defensores con una barrida. Cinco Osos en total anotaron en doble dígitos, mientras que por los Gigantes George Conditt IV fue el mejor con 19 puntos (8-12 del campo) y 11 rebotes. 

Tres de las cuatro victorias de Manatí en esta serie fueron por cinco puntos, el primer juego siendo decidido en tiempo extra luego de los Osos botar una ventaja de 21 puntos en el cuarto parcial. Sin embargo, los Gigantes no fueron consistentes por 40 minutos en ningún juego, y los Osos no desperdiciaron la oportunidad.

Manatí comenzó el juego con una ventaja 12-9, pero Carolina anotó ocho puntos sin respuesta para tomar delantera de cinco y finalizar el parcial al frente 28-21. Solo teniendo una ventaja de dos al medio tiempo (46-44), los Gigantes tendrían que batallar más fuerte que nunca para evitar otra explosión de tercer periodo de los Osos. Estos habían ganado todos los terceros periodos de la serie, y los primeros dos por 16 y ocho. 

Sin embargo, los visitantes no solamente contuvieron a los locales, sino que también fueron ellos los agresores: con el marcador empate a 52, Carolina tuvo un avance 15-4 para despegarse por 11. Parecían al borde de extender la serie y evitar ser barridos, pero la clave que se debe de saber a estas alturas sobre estos Osos es que hay que contenerlos por los 40 minutos. 

Eventualmente, llegaría el avance de Manatí en la forma de irse 10-3 para cortar una ventaja de ocho a solo uno. Y, con Tremont Waters (15 puntos, siete asistencias) encestando un canasto que lo hizo un juego de tres puntos, Ethan Thompson (11 puntos, 5-8 del campo) encestó un canasto de tres que lo empató y fue seguido por un canasto de Cheick Diallo (15 puntos, 6-10 del campo, nueve rebotes) que inició un avance 8-0 en el momento más crucial de la temporada. Con eso, los Osos ganaron el cuarto parcial 26-13, remontaron exitosamente de nuevo, y se fueron contra todo pronóstico por segunda vez en esta postemporada al eliminar a los campeones defensores de manera dominante. 

Irónicamente, parecido a los Gigantes la temporada pasada, los Osos fueron formados como un proyecto a largo plazo que no tuvo la oportunidad de acoplarse a lo largo de la temporada regular, llegaron a la postemporada como el último puesto, eliminaron a los del mejor récord en la temporada regular en cuartos de final (ganando el séptimo juego en la carretera, en el caso de Manatí) y a un favorito en la semifinal para llegar a su primera serie final. Y, es un núcleo sumamente bueno y joven que puede repetir este éxito, e inclusive mejorarlo en los próximos años de quedarse juntos. No obstante, por el momento, se enfocan en el presente y juegan por el primer campeonato en la historia de su franquicia.

Manatí ahora espera en la final al ganador de la semifinal entre los Leones de Ponce y Criollos de Caguas. Esa es ahora una serie de tres juegos que está empate 2-2, con el local habiendo ganado todos los partidos. El de mañana es en la Roger Mendoza de Caguas.

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